Durante la última década, la biopsia líquida, el análisis de tumores utilizando biomarcadores que circulan en fluidos como la sangre, ha recibido una enorme atención. La capacidad de detectar y caracterizar tumores de una manera tan mínimamente invasiva y repetible puede tener considerables implicaciones clínicas como la detección temprana del cáncer o la recurrencia de tumores, la evaluación de riesgos individuales y el seguimiento de la terapia. La biopsia líquida permite retratar la enfermedad a medida que las células tumorales o los productos de las células tumorales se liberan del tumor primario o metastásico, proporcionando información completa y en tiempo real sobre su evolución, los objetivos terapéuticos y los mecanismos de resistencia a la terapia.

También se ha logrado un gran progreso en el desarrollo de dispositivos de detección tanto del ctDNA, como de CTCs o de análisis de exosomas circulantes , pero la abundancia de trabajos y publicaciones , que involucran una amplia variedad de ensayos basados en diferentes principios, lleva a la necesidad de clarificación para que la comunidad clínica, pueda adoptar esta tecnología con garantías, en beneficio de los pacientes, y aprovechar su inmenso potencial.